Nuestra Historia
Obra Pontificia de Infancia y Adolescencia Misionera – IAM
Fundador IAM
Monseñor Carlos Augusto Forbin Janson
La Infancia Misionera fue fundada en 1843 en Nancy (Francia), por Monseñor Carlos Augusto Forbin Janson con el fin de que “los niños ayuden a los niños”.
Monseñor recibía cartas de sacerdotes en China que exponían las necesidades de los niños. Buscando soluciones, consultó a Paulina Jaricot, fundadora de las Obras de Propagación de Fe. Tras recibir consejo, Monseñor recurrió a los niños de su Diócesis y propuso que ellos mismos asistieran a los niños necesitados. En respuesta, el 19 de mayo de 1843, se fundó la Santa Infancia, hoy conocida como Infancia Misionera.
La Infancia Misionera se difundió muy pronto en las diócesis de Francia, en Europa y en todo el mundo, y hoy está presente en más de 150 países, convirtiéndose en un instrumento especial para la formación misionera de los niños, de los maestros y de los padres de familia.
Con el aporte económico de los mismos niños, se sostienen obras de evangelización, educación y formación humana en los lugares donde apenas está iniciando la Iglesia. El 3 de mayo de 1922 el Papa Pío XI puso esta Obra bajo su protección y recibió el título de Pontificia. Desde su origen, la Infancia Misionera ha contribuido al despertar de vocaciones misioneras.
La Infancia Misionera es una «Escuela con Jesús», porque desea llevar al niño a hacerse verdadero discípulo de Cristo, escuchando su Palabra, comprendiendo su voluntad y viviendo lo que escucha a su Maestro, con el fin de evangelizarse y evangelizar, comunicando a otros niños lo que ha aprendido.
Los niños de Infancia Misionera tienen unos elementos que los distinguen como miembros de esta gran Obra:
El Lema «Salvar a los niños a través de los mismos niños». Para alcanzar esta meta los niños cooperan con su oración, sus pequeños sacrificios, su ofrenda económica y su vida de testimonio.
Tiene unos Patronos: San Francisco Javier y Santa Teresita del Niño Jesús; y unos Modelos a seguir: El Niño Jesús y la Niña María.
¿Qué es?
Es un servicio que ofrece la Iglesia desde las Obras Misionales Pontificias para promover la animación y formación misionera de los niños, adolescentes y sus educadores en la evangelización universal, especialmente de los mismos niños y adolescentes.
La Infancia Misionera cuenta con estatutos propios y ha sido ampliamente respaldada por el Papa y los Obispos como una causa esencial para toda la Iglesia.
Formar
progresivamente a los niños y adolescentes en la escuela con Jesús para que lleguen a ser los “pequeños grandes colaboradores en la tarea de la Evangelización” (San Juan Pablo II).
Contribuir
a la promoción de vocaciones misioneras.
Preparar
Preparar asesores que acompañen a los niños y adolescentes en su caminar hacía una conciencia misionera que muestre madurez y compromiso.
Motivar
al niño y adolescente misionero para que, con Oraciones, Sacrificios y Ofrendas, muestre su solidaridad con las necesidades más urgentes de muchos niños y adolescentes del mundo.