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IAM | Infancia y Adolescencia Misionera

IAM | Infancia y Adolescencia Misionera

Un Llamado a Compartir Esperanza y Fe

¡Bienvenido a Infancia Misionera! Descubre cómo los niños se convierten en misioneros, compartiendo esperanza y fe con otros niños en todo el mundo. Exploraremos su historia, objetivos y compromisos, y cómo marcan la diferencia en nuestro mundo.

Uno para todos, todos para Él

La Infancia Misionera es una Obra Misional Pontificia que promueve la animación y formación misionera de los niños y sus educadores, para que cooperen en la evangelización universal, especialmente de los mismos niños. La infancia misionera es una “Escuela con Jesús”, porque desea llevar al niño a hacerse verdadero discípulo de Cristo. Tiene estatutos propios. El Papa y todos los Obispos lo han asumido para toda la Iglesia.

¿Qué es la Infancia Misionera?

Es un servicio que ofrece la Iglesia desde las Obras Misionales Pontificias para promover la animación y formación misionera de los niños, adolescentes y sus educadores en la evangelización universal, especialmente de los mismos niños y adolescentes.

La Infancia Misionera cuenta con estatutos propios y ha sido ampliamente respaldada por el Papa y los Obispos como una causa esencial para toda la Iglesia. A lo largo de los siguientes párrafos, profundizaremos en su propósito y su impacto, explorando cómo esta obra moldea y forma a los futuros misioneros de nuestro mundo.

¿Qué Propone la Infancia Misionera?

La Infancia Misionera se compromete profundamente a despertar y fomentar la conciencia misionera en los niños, preparándolos para un papel activo en la expansión de la fe. Su enfoque no se limita solo a la transmisión de creencias religiosas; va mucho más allá. A través de una educación integral, la Infancia Misionera nutre el desarrollo de la creatividad y la afectividad en los niños, al mismo tiempo que los guía en el establecimiento de una relación personal y significativa con Dios.

Además de fomentar el crecimiento espiritual, la Infancia Misionera forma a los niños para que se conviertan en embajadores de la fe en todos los ámbitos de sus vidas. Ofrece un plan de formación cuidadosamente adaptado a su edad, permitiéndoles abrazar su identidad como misioneros desde una edad temprana. A través de esta iniciativa, los niños aprenden a reconocer la importancia de compartir su fe y recursos con los niños necesitados de todo el mundo, siguiendo el lema inspirador: «Los niños ayudan a los niños.»

¿Qué Propone la Infancia Misionera?

La Infancia Misionera se organiza con el Santo Padre como líder, directores nacionales y locales, obispos y párrocos. Todos los niños bautizados de 4 a 12 años pueden unirse a esta iniciativa.

Objetivos de la Infancia Misionera

La Infancia Misionera se compromete con tres objetivos fundamentales que moldean su esencia y su impacto en la comunidad. En primer lugar, busca incansablemente fomentar la conciencia misionera en los niños, con el propósito de que comprendan el significado universal de la fe cristiana y la responsabilidad de compartirla con otros. A través de actividades educativas y experiencias significativas, la Infancia Misionera cultiva la semilla de la misión en los corazones jóvenes, inspirándolos a marcar una diferencia en el mundo.

En segundo lugar, la iniciativa de Infancia Misionera se dedica a contribuir al florecimiento de las vocaciones misioneras. Reconociendo la importancia de tener líderes espirituales comprometidos en la expansión de la fe, la Infancia Misionera trabaja incansablemente para nutrir y guiar a los niños hacia posibles vocaciones misioneras. Alentar a los jóvenes a considerar el llamado misionero es una parte esencial de su misión, ya que buscan inspirar a las futuras generaciones de misioneros.

Bajo el lema inspirador de «Los niños ayudan a los niños», el tercer objetivo de la Infancia Misionera es preparar a animadores y asesores que acompañen a los niños en su viaje hacia una conciencia misionera más madura y un compromiso sólido. Estos líderes desempeñan un papel fundamental en la guía y el apoyo de los niños en su camino de fe, y la Infancia Misionera se asegura de que estén debidamente capacitados y motivados para cumplir esta función crucial. En conjunto, estos tres objetivos definen el propósito y la pasión de la Infancia Misionera mientras continúa siendo un faro de esperanza y fe para los más jóvenes en todo el mundo.

Fundación

La Infancia Misionera fue fundada en 1843 en Nancy (Francia), por Monseñor Carlos Augusto Forbin Janson con el fin de que “los niños ayuden a los niños”.

Monseñor recibía cartas de sacerdotes en China que exponían las necesidades de los niños. Buscando soluciones, consultó a Paulina Jaricot, fundadora de las Obras de Propagación de Fe.

Tras recibir consejo, Monseñor recurrió a los niños de su Diócesis y propuso que ellos mismos asistieran a los niños necesitados. 

En respuesta, el 10 de mayo de 1843, se fundó la Santa Infancia, hoy conocida como Infancia Misionera.

La Infancia Misionera se difundió muy pronto en las diócesis de Francia, en Europa y en todo el mundo, y hoy está presente en más de 150 países, convirtiéndose en un instrumento especial para la formación misionera de los niños, de los maestros y de los padres de familia. Con el aporte económico de los mismos niños, se sostienen obras de evangelización, educación y formación humana en los lugares donde apenas está iniciando la Iglesia.

El 3 de mayo de 1922 el Papa Pío XI puso esta Obra bajo su protección y recibió el título de Pontificia. Desde su origen, la Infancia Misionera ha contribuido al despertar de vocaciones misioneras.

¿Quiénes pueden pertenecer a la Infancia Misionera y cómo funciona?

  • Todos los niños bautizados que demuestren interés por la Infancia Misionera después de conocer sus principios; desde los 4 hasta los 12 años. Después continúan su formación en la Adolescencia Misionera desde los 13 hasta los 15 años.
  • Es una Escuela con Jesús, porque desea llevar al niño  a hacerse verdadero discípulo de Cristo, escuchando su Palabra, comprendiendo su voluntad y viviendo lo que escucha a su Maestro, con el fin de evangelizarse y evangelizar, comunicando a otros niños lo que ha aprendido.
  • La Infancia Misionera es una de las cuatro Obras Misionales Pontificias (OMP) que promueve la animación y formación misionera de los niños y sus educadores en la evangelización universal, especialmente de los mismos niños.

Compromisos de los niños de la Infancia Misionera

  • Conocer y amar a Jesús
  • Orar por los niños del mundo.
  • Participar en la Eucaristía
  • Sacrificarse con alegría.
  • Dar con generosidad la ofrenda.
  • Ser misionero en la familia, en el colegio, con sus amigos, en el barrio, en la Parroquia.

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